El resultado de la cuenta técnica del seguro, en base a las primas imputadas retenidas, fue del 8,8%, un punto y una décima inferior al índice obtenido un año antes, según los datos de ICEA. En esta ocasión, y a diferencia del pasado ejercicio, desaparece el efecto positivo generado por el negocio reasegurador, concretamente de reaseguro cedido y procedente del ramo de Vida. La tasa de siniestralidad del negocio directo, incluyendo el reaseguro aceptado, fue del 75,5% de las primas imputadas, tres puntos y una décima por debajo de la registrada en 2017. Por su parte, el resultado de la cuenta técnica del ramo de Vida para los negocios directo y aceptado, obtuvo un índice del 1,37% sobre las provisiones de Vida, tres centésimas inferior al existente un año atrás.